sábado, 12 de octubre de 2013

Bodegones para "Un patio con flores"



 Antes de ayer estuve en un lugar muy especial: el taller de floristería de "Un patio con flores", empresa residente en Torrelodones dedicada a la ornamentación floral por encargo de bodas, ramos de novia, restaurantes y eventos en general. Fue un trabajo de urgencia. Ya se sabe, las flores no esperan. Así que con las estupendas manos de Ana ( una de las dos componentes de "Un patio con flores"), elementos de su taller y un poco de imaginación, aprovechamos la corta luz de la tarde para fotografiar estos bodegones. Lo que más tiempo lleva en estos casos no es disparar las fotos, sino componer el espacio para que las fotos brillen con todo su encanto.
http://unpatioconflores.blogspot.com.es









viernes, 12 de noviembre de 2010

¿Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter? ANTES Y DESPUÉS

Asi la encontramos, tristemente pintada de azu y blanco, desangelada, escepto por unos rosales centenarios que hacían las veces de muralla ante lo que, tiemop atrás, debió ser campo verde, sin carreteras que lo surcaran.
Lo pintamos de color teja, dejando que entre la pintura destacaran algunas piedras, y las puertas y elementos metálicos los decoramos con un verde con textura de hierro.



junto a la entrada plantamos un jazmín...

LA OBRA MAGNA: como vereis, cuando llegamos la casa tenía las vigas de la planta superior pintadas de rosa, la chimenea de azul y blanco al igual que su campana, las paredes estaban encaladas sobre el adobe y el suelo era de cemento pintado de blanco también. Estos, eran, además, los muebles que había en la casa:
La imagen de la derecha es la casa tal y como vivimos en ella hoy en día...

La escalera; un estupendo rincón desaprovechado por completo. Bien, bajo su parte inferior instalamos una lavadora, cosa que la casa no tenía. Cerramos el espacio entre los peldaños haciendo de ello un armario y colocamos estantes en su interior. El borde que da a la cocina lo cubrimos con baldosas de color barro, y cerramos el armario con una cortina de esparto rojo pintada con mitivos dorados de estilo vikingo.






La cocina: el pequeño hueco junto a la puerta que da al salón se ha conservado detras del " bazar" de los tarros de cristal, y ahora da al salón donde he instalado la pequeña " casita de los móbiles" ( una tontería mía), Pintamos las paredes de un cálido tono ocre, aprovechamos la svigas para colocar estantes y separamos la chimenéa del paso de la cocina con el pequeño mueble central.





El baño: ¿qué se puede decir de una pared blanca, un techo de polietileno ( que hemos empapelado con papel pintado color madera, y un espejo y una lamparilla de un intenso color rojo? Era un baño desabitado...




Saloncito árabe y habitación: esto es lo que se veía desde el altillo: las Vigas... ¡De color rosa! y la viga central de color ¿Azul cian? impensable pero cierto.



La recuperación de las vigas no se hizo lijando y puliendo, lo que huibiera sido interminable. El color se reprodujo, en vez de rescatarse con una técnica de atrezzo de cine: pintura color roble y betún de judea a mansalva: el resultado, indistinguible del original.


Vista del mismo espacio pero desde el lado inverso, desde la escalera hacia adentro del altillo.













¿Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter?: DETALLES DE LA ENTRADA

¡Entren señores! pasen y vean.... esta es la entrada de nuestra casa, una puerta por la que debes agacharte para pasaer, y luego.... el espacio que se abre sobre tu cabeza....
La entrada es el lugar más amplio y más inútil de la casa. No cabe un sofá, es demasiado frío para convertirlo en el salón que debió haber sido.... y más importante, es un contínuo lugar de paso, ya que, enfrente de la puerta se halla el acceso a la cocina, a la derecha la escalerilla que asciende hacia la habitación, y a la izquierda, se abre la puerta del baño.... así que... es ideal para decorarlo.


Mi foto favorita de la casa: Vista de la entrada desde la cocina: En primer término vemos las tazas que cuelgan de la viga frontal y las ramas de salvia, y detrás la pared y la puerta de acceso al baño. A su lado y discretamente en el espacio que dejaba libre el armario, como de puntillas, se ha colado un esbelto espejo de cuerpo entero que ya teníamos en la casa anterior y que había encontrado en un comercio de muebles de segunda mano, en realidad, el espejo interior de un armario empotrado.



El mismo lugar de la casa, el mismo rincón visto desde el Altillo ( salón árabe + dormitorio)
Desde aquí se perciben algunos objetos curiosos que no se ven en ángulos anteriores: por ejemplo la redonda cesta de las piñas y el botijo que descansan delante del espejo, o la lechera rescatada del óxido en un campo vecino, que teñimos del mismo color envejecido que tenía y decoramos con algunos toques de color latón.



EL ARMARIO: este armario tiene su propia historia. Lo fuimos a buscar a un edifico enorme en el que supuestamente había vivido el poeta PINTOR ROSALES. Lo cierto es que no sabemos si vivió concretamente en la casa donde nosotros encontramos este mueble del que sus dueños se deshicieron gratuitamente después de mostarnos una ilustración en una edición antigua de un poemario del autor al que se suponía, había pertenecido el aramario. Y es verdad que era terriblemente similar: tanto que hasta los leones que decoran la parte inferior de las puertas, y el medallón romboidal del cajón aparecían en el grabado del libro. Lo más extraño, es que sus dueños no tuvieran problema alguno en deshacerse de él.
En nuestra vivienda anterior, estuvo destinado a guardar ropa, en esta ocasión se ha convertido en librería y vitrina ( un amigo mío dice que en este armario caben más cosas de las que pueden ser ciertas)


La vida sobre el armario:
No creais que la parte superior de un armario ha de ser necesariamente un espacio muerto. Lo prueban las setas que han crecido en su superficie gracias al polvo acumulado, las telarañas, los tres duendes ( el de la derecha: Lúridan, está hecho con mis manos), Enebro, sentado en las maletas, y el último que acudió a habitar esta casa con nosotros: Espino Albar.
Las maletas también tienen su historia: la negra antigua nos la encontramos en la calle y no pude sustraerme a su encanto y, la pequeña marrón, perteneció a mi abuelo y fue la maleta que traía mis pequeños enseres cuando llegué a España, a la edad de seis años.
Ademas de estos habitantes, hay un atrapasueños y una botella verde llena de cintas de estrellas doradas.




El rincón más oscuro y alto de la casa es propiedad de un halcón solitario de cartón, que da vueltas en circulo con el aire. En la chimenéa, una luna de cartón fallero con dos duendes trepando por su costado: un regalo de mi madre de hace muchos años. Un hacha estilo indio, que compré en una feria de artesanía medieval. Una máscara veneciana para turistas que compramos en un viaje a Venecia. Y dos láminas con miniaturas románicas. Hay, desde luego, muchos más objetos, pero sería inutil describirlos, ya que no se perciben



Arándano es mi duende favorito, y, como el más antiguo y mayor de la casa tiene, por supuesto, un rincón privilegiado desde el que vigilarlo todo. Desde donde él está se ve la entrada. En la esquina del saloncito árabe, donde se termina y comienza la chimenéa. Es un muñeco de cerámica y tela que adquirimos en una tiendecita de cosas curiosas hace mucho tiempo, y jamás supimos nada más de él o de sus compañeros, salvo que su orígen estaba en Barcelona.
Bajo él, las ramas recogidas aún verdes, de la Lunaria que antes crecía en nuestro jardín.


Acceso a la cocina visto desde la entrada: Todo: la estantería pegada al techo, la lámpara de hierro forjado de mi abuelo, las cajoneras rescatadas de la calle, el armario, la lechera restaurada... es sin duda el angulo y el rincón más hermoso de la casa. No os pareis en los detalles, o hacedlo, cuando el ojo saturado de deleitarse en el conjunto, logre reparar en cada uno de ellos.



Y hablando de detalles: Lo que esconden las Lunarias;
Un precioso muñeco de nieve y una sirena cantora ( tiene pinta de oronda cantante de ópera) traída desde Brugge




El mismo rincón visto desde lo alto de la escalera que accede al altillo. Lo que se ve en primer plano es el entramado de las vigas, que deja unos rincones deliciosos donde esconder cosas como, por ejemplo, este maravilloso juguete salido del cascanueces... pequeño rey barrigón. Y bajo las ramas de Salvia la.... tostadora (ejem, que poco ornamental), el cesto de la fruta y los frutos secos, y entre la Lunaria el cetro de un bufón de papel maché.... otra pieza inimaginable hoy en día, donde todas los personajes mágicos se hacen de resina y se colocan en las estanterías.



Junto a la entrada: justo entre la entrada de la calle y la del baño existe y subsiste este rincón:
En él varios regalos de mi pasado: la primera bruja de resina y tela que apareció por Tenerife hace casi dos décadas... una muñeca- ratona con faldas de flores procedente de aquella moda de los 90 donde el " diseño" había dejado paso al "estilo" y se recuperaban objetos de épocas antiguas... dos cajas artesanas decoradas por mi madre con soles y estrellas... una cajita de música con un hada bailarina,la copa de bronce que me regaló mi padre y que de pequeña custodiaba como un santo grial... y a la derecha de la imagen, muy pequeñitas... se puede ver jugar a dos ardillas de bronce.





Las ardillas... son mi animal Totem....














lunes, 8 de noviembre de 2010

¿Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter?: LA COCINA

La cocina, como ya dije en las entradas del 2009, uno de mis lugares favoritos para decorar, y como dije por aquel entonces, la cocina es un espacio donde se ha de decorar con los propios elementos que la conforman y no con otros adicionales que estorben al trabajo y molesten gratuitamente. Como el uso de materiales nobles es fundamental en mí para cualquier trabajod ecorativo, toda mi vajilla está compuesta de barro, cerámica, cristal rústico, hierro y madera, por lo que nada en ella desentona con el espacio que pretendíamos crear:

En esta primera vista desde la escalera que asciende al altillo se ve que hemos aprovechado las vigas una vez más para colgar estanterías, tazas y otros elementos. El espacio es de unos tres por tres metros cuadrados en los que hay que restar el espacio ocupado por la chimenea, la nevera la cocina propiamente dicha y la pila de lavar los platos. Con el restante hemos hecho lo que aquí llaman un " bazar" donde hemos colocado los tarros de comida seca, uno de los muebles que teníamos en la cocina del 2009 ( en esta ocasión dado la vuelta con la espalda al frente, y un mueble carrito de dos cajones, procedente de un hipermercado de decoración donde hemos asentado el molinillo de café manual, de hierro forjado. las hierbas que sobresalen en la parte de arriba son las ramas de salvia que recolectamos en nuestro minúsculo jardín.



El bazar está junto a la entrada al salón, que como se puede ver, no tiene puerta, y hemos aprovechado la viga para colocar otra estantería que no moleste a la vista pero que decore al mismo tiempo. La dificultad que suponen los espacios rústicos, hechos sin metro ni plano son un reto muy atractivo para la decoración.


Vista hacia la entrada desde el interior de la cocina, desde detrás del carrito, mesa del centro de la estancia.




La cocina: este rincón aunque menos estético que el resto tiene un interés especial, porque cuando llegamos estaba cubierto por un panel de poliespan ( material altamente inflamable que solo era separado de los fogones por la tapa de la propia cocina. Lo retiramos, rascamos el adobe que se caía tras el panel, sacamos la piedra, la reforzamos con cemento y pintamos entra ellas.
En la parte de arriba colocamos un pequeño estante para las especias y en la pared lateral, pintada de blanco, cubrimos hasta la mitad con azulejos rústicos y de ahí, hasta arriba, con lascas de piedra fina procedentes de Guadalajara.
Con la cocina y el lavadero no hicimos nada porque siempre estamos pendiente de mudarnos, pero el mueble del lavadero es francamente feo, por lo que no descarto que algún día le metamos mano. A la derecha de la foto, una caja de madera con tarros de cerámica traídos de un viaje a Rumanía.








Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter?: EL DORMITORIO

La habitación: vista desde el salóncito arabe que se ve en la entrada anterior, a través de las cortinas saharawis. La habitación está situada en el altillo. El punto central del tejado es el único de la estancia donde es posible ponerse de pie, y las vigas, la fondo confluyen a poca distancia de la cabeza sobre la cama... no obstante, esta habitación es una pequeña cabaña salvaje donde sus habitantes oyen soplar el viento del invierno y la nieve sobre sus cabezas...


Al otro lado de las cortinas:
como se puede ver el espacio es sumamente estrecho para poner armarios con puertas y el techo está escalonado, por lo que hemos aprovechado los laterales para hacer armarios vistos con estantes y percheros que se acomoden a la diagonal del tejado. las vigas son de las que fueron pintadas para recobrar su color madera original. A los pies de la cama vemos una esquina de la vieja caja de madera para jamones que compone nuestra zapatera, y encima de la cama, las pieles que trajo mi compañero de Finlandia, donde el reno es ganado y las pieles de estos animales no son un lujo, sino la aplicación útil de sus restos.




Detalle de la cómoda que recogimos de la calle y que se puede ver en la entrada "cajonera" del 2009. En ella un espejo de espuma que simula madera que compramos y decoramos hace tiempo, faroles adecuados al ambiente de una cabaña de Alaska, una cabeza de cristal de aquellas que había en las farmacias hace una década, rescatada de un decorado de TV, y algunos objetos más: una caja de madera con cajoncitos de cerámicas, un joyero artesanía de mi madre, y un juego de tocador antiguo ( cepillo de pelo, de ropa y espejo), labrados en alpaca procedentes de un anticuario




¿Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter?: EL SALONCITO ÁRABE

Vista desde lo alto de la escalera y a la entrada del "saloncito árabe" de parte de la casa...

El pequeño saloncito árabe, concebido como espacio de ocio está basado en alfombras y cojines, y se separa del dormitorio principal ( único en este caso), por dos capas de cortinas: una de organza verde oliva hecha en casa, con lentejuelas doradas y cenefas en los bajos, y otra posterior, de un cálido y alegre color calabaza que no es sino una tela traída del Sáhara occidental en uno de mis viajes. También podemos localizar en esta estampa una cesta de mimbre con una tapa dorada de estilo oriental ( ésta última realizada a mano sobre una quesera de metal con papel maché, cuerda y escayola)



Detalle de la estantería anclada en la inmensa chimenéa ( no funcional, ya que está hecha con deficiencias y vomita el humo entre el adobe). Esta chimenéa que en su tiempo se denominaba de "Lumbre baja" tiene su boca en la parte inferior de la casa, donde se reunían los miembros de la familia junto al fuego, ya que la parte superior era para guardar el heno.
Como la chimenea está atravesada por una viga de madera, aprovechamos ésta para colocra un par de estantes que salvaran el espacio: cubierto por una manta hay una pequeña y anticuada cadena de música y a su lado una gárgola de cera que adquirimos en un comercio. Junto a ésta una pequeña alfombra de unos grandes almacenes de decoración cubre el resto de la estantería y hace de soporte para algunos pequeños objetos que llevan mucho tiempo con nosotros.


Vista desde la escalera hacia el interior del altillo: las cortinas separan el salón árabe, (Pequeño espacio de 2x 1'50 aprox pensado para relajarse dormir siestas, sentarse con un par de amigos, o leer), de la habitación.



Y este es el punto de vista de la estantería de la que hablo en el posteado anterior vista desde el " saloncito árabe, en la cima del "altillo" La luz que proviene de la izquierda es la puerta de entrada de la casa, así que os podeis hacer una idea de lo " juntito" que está todo.
Sobre el saloncito propiamente dicho os puedo contar que esta alfombra pseudo persa, esconde bajo ella una alfombra realmente bereber, que la mayoría de los cojines están hechos por mi escepto uno que destaca entre todos: ilustrado con una doncella rubia de largos cabellos, que adquirí en uno de mis viajes a Brugge
La Shisha, cachimba o narguile fue comprada en Madrid, al igual que los vasos, pero la tetera metálica y la mesa con el plato de bronce proceden del viaje que hicimos a Marruecos.










¿Un rincón de Hobittón o la casa de Harry Potter?: UNA ESTANTERÍA INSÓLITA

Una de las cualidades de una casa´"mágica" debe ser estar saturada de pequeños objetos que aparecen en los rincones más insospechados, o la instalación de muebles extraños en sitios inverosímiles. Y he aquí una solución que reunía esa idea de lo fantástico con la realidad de nuestra escacez de espacio y amor a los libros: Una estantería doble asentada en la viga central que atraviesa la vivienda de lado a lado entre la entrada y la cocina. Mi sueño era colocar una de esas pequeñas escaleras de bibliotecas que se deslizan sobre un raíl para llegar a los estantes superiores, pero me tuve que conformar con la estantería y una banqueta....
La lámpara situada en primer plano es una pieza de forja pintada de blanco que realizó mi abuelo y que, quienes conozcais este blog, habreis visto en la entrada " La guarida del Dragón blanco, de Junio del 2009" En este caso la trasformamos para adaptarla al espacio respetando su integridad original: la pintamos con esmalte color burdeos envejecido, la rosa de la base la diferenciamos con un toque de color más vivo y dos hojas de madera, y enredamos en los brazos del candelabro unos alambres finos con pequeñas bolitas de cristal.



Detalle de la estantería: Estos dragones alados de madera que utilizamos de ornamentación estaban ya presentes en la misma entrada referida antes "La guarida del dragón blanco", Junio 2009, aunque en esa ocasión se hallaban adheridos a la pared y las velas que sostenían eran plateadas. En este caso, aunque el color de la madera resulta diferente del color de la estantería que decoran, hemos renunciado a darles el mismo tono conscientes de que cuando nos mudemos de esta casa, es muy posible que adquieran una ubicación y sentidos completamente nuevos como ya ocurrió esta vez.



The other side of the moon... o lo que es lo mismo: la otra cara de la estantería: la que da al salóncito árabe sitaudo en el frontal del altillo donde se aloja nuestro dormitorio. A este lado, la estantería queda en el aire, a unos 30 cm del altillo, pero completamente a la mano...